Hacer una programación confiable de tu Flujo de Efectivo puede resultar desgastante para las empresas. En muchas ocasiones es un esfuerzo que toma entre dos y tres horas de tu área financiera. Esto es porque depende de muchas variables a considerar como el saldo en bancos e inversiones, cheques o pagos en tránsito, cobros programados, confiabilidad de clientes y pagos a proveedores y acreedores, entre otros; por lo que, el horizonte que muchas empresas tienen es de una semana o dos aunque tengan líneas de crédito con clientes o proveedores de mucho más tiempo. Sin esta información, resulta muy difícil predecir el comportamiento de las cuentas bancarias y por lo tanto, tomar buenas decisiones en función del efectivo disponible.
Además, todo este cálculo resulta muy costoso para las organizaciones si no se cuenta con herramientas tecnológicas que les faciliten calcularlo de manera fácil y confiable para poder considerar las oportunidades que se pudieran presentar como, por ejemplo, beneficios por pronto pago.
Si no llevamos un buen control sobre los ingresos y las salidas de efectivo podríamos no tener suficiente dinero para cumplir con nuestras obligaciones financieras y con proveedores, los bancos podrían reducirnos nuestras líneas de crédito y esto traería, como consecuencia, el no ser sujetos de apalancamiento financiero en el futuro y poder llevarnos a la quiebra.
Al momento de hacer la programación de tu flujo de efectivo, recuerda considerar los ingresos que se obtendrán en a lo largo del tiempo, al igual de todas y cada una de las obligaciones financieras incluyendo sus respectivos intereses y los gastos necesarios para mantener la operación normal, todo esto para cada una de tus cuentas bancarias. Si el resultado de la resta de los ingresos menos los egresos resulta positivo, significa que tendrás un excedente y que la empresa opera favorablemente. Aquí habría que analizar en qué se va a invertir ese sobrante de manera inteligente. Si resulta negativo podrás determinar con exactitud el horizonte de tiempo en el que tendrás faltantes y reprogramar tus pagos si es necesario, o definir cómo se cubrirá ese saldo, si con capital propio u otras opciones de financiación.
Con una correcta programación de tu flujo de efectivo podrás analizar si las políticas de cobro y pago de tu empresa son las correctas, fijar las políticas de dividendos y determinar si los proyectos de inversión son rentables para tu organización. Platica con tu financiero y analiza a detalle esta información para ver si es realmente confiable el resultado que te presenta. El contar con una herramienta tecnológica que te permita calcular todo esto en tiempo real y de forma automática, te facilitará las cosas; y, ahora tú y tu equipo podrán enfocar su energía y dedicación a identificar oportunidades para mejorar el desempeño financiero de su organización, maximizarán su liquidez, estarán mucho más satisfechos con su labor y sus resultados fortalecerán cada vez más a tu empresa.
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