lunes, 28 de marzo de 2011

Uno para Todos y Todos para Uno

Antes de comenzar a leer este artículo, me gustaría que respondieras a  las siguientes preguntas:
  1. ¿Cuál es la razón de ser de tu empresa?
  2. ¿Qué es ese valor que crees que genera?
Vivimos en un sistema capitalista en el que casi todo se ha movido alrededor del dinero. Me atrevería a decir que si le preguntaras a cualquier persona la razón por la que creó su empresa, la respuesta de casi todos sería: “para ganar más dinero”.

Esta concepción ha prevalecido a lo largo de muchos años; incluso, se ha transmitido tal vez, implícitamente, desde las instituciones de educación superior. La consecuencia: ser dirigentes de empresas egoístas que no vemos por el bien común y sólo nos interesa crear valor… pero económico.

Desafortunadamente tuvieron que pasar muchos años para que las empresas recordaran que la razón de ser de las mismas fue hecha para satisfacer necesidades de la sociedad, que vivimos en interdependencia con nuestra comunidad y que esta comunidad está formada tanto por clientes, como por proveedores, colaboradores, familias, gobierno, vecinos, medio ambiente, etc.

Afortunadamente, hay algunos cuantos que pensamos y actuamos con la filosofía de crear valor para la sociedad en conjunto para que, de esta forma, generemos también valor para nosotros. Michael Porter y Mark Kramer, de la escuela de Negocios de Harvard, plantean este concepto como “El Valor Compartido” en uno de sus más recientes artículos publicados en la Harvard Business Review.  Se trata entonces de ampliar el valor tanto económico como social en su conjunto.

Para que las empresas sean exitosas, deben asegurarse que su entorno también lo sea. Es un balance similar al de un ecosistema en la naturaleza.  Cualquier especie depende de otra, cuando una desaparece, automáticamente desaparecen otras diez. En el ámbito empresarial  sucede lo mismo: si no hay cliente, no hay proveedor y viceversa o no existen compañías si no hay colaboradores que trabajen en ellas. La generación de riqueza es uno de los indicadores que ponen en evidencia la madurez y viabilidad de una relación comercial; es decir, precios excesivos terminan por inhibir la demanda y poca oferta no satisface la necesidad real.

A continuación compartimos con ustedes el artículo del que hablamos en la siguiente liga: Crear Valor Compartido. Esperamos que sea de tu agrado y te invitamos a que, como DynaWare, impulses y promuevas esta filosofía en búsqueda del bien común.


*Agradecemos a Carvallo Consultores S.C. por la traducción del ensayo original de Michael Porter y Mark Kramer en el cual se basó este artículo.

Antes de comenzar a leer este artículo, me gustaría que respondieras a las siguientes preguntas:


1. ¿Cuál es la razón de ser de tu empresa?


2. ¿Qué es ese valor que crees que genera?


Vivimos en un sistema capitalista en el que casi todo se ha movido alrededor del dinero. Me atrevería a decir que si le preguntaras a cualquier persona la razón por la que creó su empresa, la respuesta de casi todos sería: “para ganar más dinero”.

Esta concepción ha prevalecido a lo largo de muchos años; incluso, se ha transmitido tal vez, implícitamente, desde las instituciones de educación superior. La consecuencia: ser dirigentes de empresas egoístas que no vemos por el bien común y sólo nos interesa crear valor… pero económico.


Desafortunadamente tuvieron que pasar muchos años para que las empresas recordaran que la razón de ser de las mismas fue hecha para satisfacer necesidades de la sociedad, que vivimos en interdependencia con nuestra comunidad y que esta comunidad está formada tanto por clientes, como por proveedores, colaboradores, familias, gobierno, vecinos, medio ambiente, etc.



Afortunadamente, hay algunos cuantos que pensamos y actuamos con la filosofía de crear valor para la sociedad en conjunto para que, de esta forma, generemos también valor para nosotros. Michael Porter y Mark Kramer, de la escuela de Negocios de Harvard, plantean este concepto como “El Valor Compartido” en uno de sus más recientes artículos publicados en la Harvard Business Review. Se trata entonces de ampliar el valor tanto económico como social en su conjunto.


Para que las empresas sean exitosas, deben asegurarse que su entorno también lo sea. Es un balance similar al de un ecosistema en la naturaleza. Cualquier especie depende de otra, cuando una desaparece, automáticamente desaparecen otras diez. En el ámbito empresarial sucede lo mismo: si no hay cliente, no hay proveedor y viceversa o no existen compañías si no hay colaboradores que trabajen en ellas. La generación de riqueza es uno de los indicadores que ponen en evidencia la madurez y viabilidad de una relación comercial; es decir, precios excesivos terminan por inhibir la demanda y poca oferta no satisface la necesidad real.


A continuación compartimos con ustedes el artículo del que hablamos en la siguiente liga: Crear Valor Compartido. Esperamos que sea de tu agrado y te invitamos a que, como DynaWare, impulses y promuevas esta filosofía en búsqueda del bien común. *Agradecemos a Carvallo Consultores S.C. por la traducción del ensayo original de Michael Porter y Mark Kramer en el cual se basó este artículo.



Uno para Todos y Todos para Uno



Antes de comenzar a leer este artículo, me gustaría que respondieras a las siguientes preguntas:




  1. ¿Cuál es la razón de ser de tu empresa?


  2. ¿Qué es ese valor que crees que genera?

Vivimos en un sistema capitalista en el que casi todo se ha movido alrededor del dinero. Me atrevería a decir que si le preguntaras a cualquier persona la razón por la que creó su empresa, la respuesta de casi todos sería: “para ganar más dinero”. Esta concepción ha prevalecido a lo largo de muchos años; incluso, se ha transmitido tal vez, implícitamente, desde las instituciones de educación superior. La consecuencia: ser dirigentes de empresas egoístas que no vemos por el bien común y sólo nos interesa crear valor… pero económico. Desafortunadamente tuvieron que pasar muchos años para que las empresas recordaran que la razón de ser de las mismas fue hecha para satisfacer necesidades de la sociedad, que vivimos en interdependencia con nuestra comunidad y que esta comunidad está formada tanto por clientes, como por proveedores, colaboradores, familias, gobierno, vecinos, medio ambiente, etc. Afortunadamente, hay algunos cuantos que pensamos y actuamos con la filosofía de crear valor para la sociedad en conjunto para que, de esta forma, generemos también valor para nosotros. Michael Porter y Mark Kramer, de la escuela de Negocios de Harvard, plantean este concepto como “El Valor Compartido” en uno de sus más recientes artículos publicados en la Harvard Business Review. Se trata entonces de ampliar el valor tanto económico como social en su conjunto. Para que las empresas sean exitosas, deben asegurarse que su entorno también lo sea. Es un balance similar al de un ecosistema en la naturaleza. Cualquier especie depende de otra, cuando una desaparece, automáticamente desaparecen otras diez. En el ámbito empresarial sucede lo mismo: si no hay cliente, no hay proveedor y viceversa o no existen compañías si no hay colaboradores que trabajen en ellas. La generación de riqueza es uno de los indicadores que ponen en evidencia la madurez y viabilidad de una relación comercial; es decir, precios excesivos terminan por inhibir la demanda y poca oferta no satisface la necesidad real. A continuación compartimos con ustedes el artículo del que hablamos en la siguiente liga: Crear Valor Compartido. Esperamos que sea de tu agrado y te invitamos a que, como DynaWare, impulses y promuevas esta filosofía en búsqueda del bien común. *Agradecemos a Carvallo Consultores S.C. por la traducción del ensayo original de Michael Porter y Mark Kramer en el cual se basó este artículo.

martes, 22 de marzo de 2011

El que No "Traza" No Avanza



¿Se acuerdan de aquellas noticias en el 2007 acerca del envenenamiento por plomo en juguetes para niños?

Las compañías Fisher Price y Mattel retiraron alrededor de 1,220,000 juguetes que contenían plomo en el estado de Nueva York, dentro de los Estados Unidos. Entre ellos se encontraban algunos de Plaza Sésamo y Dora la Exploradora. El riesgo de estos juguetes estaba en que los niños se los metieran a la boca y se envenenaran, causando la elevación de plomo en la sangre, conllevando a problemas con el crecimiento y comportamiento de los niños, así como su capacidad para aprender.

¿Se imaginan lo grave que hubiera sido que no se pudieran retirar todos esos juguetes a tiempo?

Ejemplos como éste describen la importancia de la trazabilidad de lotes y números de serie. Para ello, es indispensable poder saber cuál lote está en riesgo en el caso de que se haya detectado una anomalía en el producto que se fabricó. Este defecto puede estar en la materia prima y no aparecer a simple vista; por lo tanto, es importantísimo poder saber cuándo fue que ésta ingresó al almacén, en qué productos se consumió dicho lote y a qué clientes fue vendido.

Por supuesto todo se agrava y el tiempo resulta ser crítico si estamos hablando de lotes de productos que pudieran ser una amenaza para nuestra salud o nuestras vidas como en el ejemplo anterior o como en el caso de la obstrucción de los tapetes al pedal de aceleración en algunos modelos de la Toyota. Resulta que éstos podrían interferir con el acelerador y causar un accidente en modelos como 4Runner, Avalon, Camry, Corolla, Highlander, Matrix, Prius, RAV4, Tacoma, Tundra y Venza. El famoso “recall” se hizo el pasado 2009 y, en este mes de marzo del presente año, se volverá a hacer un llamado voluntario para las marcas de Lexus: GS 300 y GS 350.

La trazabilidad no es un tema fácil pero sí de vital importancia. El conocer el histórico, ubicación y trayectoria del producto impacta directamente en el servicio que les ofrecemos a nuestros clientes. A ellos les brinda la seguridad del consumo de productos de calidad y a nosotros, como fabricantes, nos repercute en la productividad, nivel de servicio y tiempo de respuesta. Actualmente existen tecnologías de información que facilitan y mejoran drásticamente la gestión de la trazabilidad de lotes y números de serie, maximizando la productividad y eficiencia de los procesos. Sin embargo, aunque cuentes con el mejor Sistema Integral de Operación Empresarial (EOS), si el control y trazabilidad no se lleva a nivel físico, esto no serviría de nada, ya que no habría relación entre el manejo del sistema y el manejo real del producto.



Fuentes de Información:

http://www.health.state.ny.us/es/environmental/lead/recalls/
questions_and_answers.htm (18 de marzo del 2011)

http://www.toyota.com/espanol/recall/ (18 de marzo del 2011)

http://pressroom.toyota.com/pr/tms/toyota-announces-two
-voluntary192803.aspx?link_page_rss=192803&siteid=DMG_rss
_201103_RLA_explan_toynew_Toyota+Announces+Two+
Voluntary+Recalls+and+Amends+Potential+Floor+Mat+
Interference+Recall+Announced+in+2009 (18 de marzo del 2011)

lunes, 14 de marzo de 2011

¿Sabes en Manos de Quién Está tu Dinero?



En nuestra experiencia como consultores, nos hemos encontrado que en la mayoría de las empresas, sobre todo en las comercializadoras y manufactureras, el almacén es el centro que mayor valor (traducido en dinero) les representa. Millones de pesos se encuentran dentro del inventario…

Pareciera que es muy obvio pero, ¿acaso te has puesto a pensar en manos de quién está dicho almacén? Normalmente encontramos a chavos, de toda la confianza eso sí, pero que estudiaron hasta el bachillerato en el mejor de los casos y que difícilmente son conscientes de la magnitud de la responsabilidad que tienen en el manejo del mismo.

Como dueño o director de tu empresa, debes seleccionar a la persona correcta para ello o, al menos, asegurarte que ésta tiene los conocimientos necesarios para controlar y actuar acorde a las necesidades que se presentan en el día a día. Los conocimientos más esenciales son:



  • Stock de Seguridad.- Lo podemos definir como la diferencia necesaria (por encima de lo que normalmente se espera necesitar) que se requiere en almacén para hacer frente a la demanda en caso de que ésta se incremente repentinamente o para cumplir con retrasos imprevistos en la entrega de material.



  • Punto de Reorden.- Considera el tiempo de entrega de tus proveedores, tu demanda y tu Stock de Seguridad. Como su nombre lo dice, es el punto en el que es necesario solicitar más producto para cumplir con la demanda esperada antes de llegar a tener faltantes, los cuales por supuesto representarían enormes costos.



  • Planeación de Requerimientos de Materiales (MRP).- Permite a las empresas poder determinar la cantidad de materiales que se requerirán para la producción de cierto producto teniendo en consideración los tiempos necesarios para hacerlo de acuerdo al Plan Maestro de Producción. Esto se calcula con base en las órdenes de venta futuras que ya se conocen así como en los pronósticos de venta que se tendrán.

Asegúrate de capacitar bien a tu gente y de tener a la persona indicada, recuerda que será el responsable del valor de tu inventario. Contar con un Sistema Integral de Operación Empresarial (EOS) que te permita facilitarte estas cuestiones, optimizar los esfuerzos necesarios y mejorar sustancialmente los controles requeridos sin entorpecer la operación, te será muy útil para que este tema deje de ser una gran preocupación.

lunes, 7 de marzo de 2011

Si Crees que Ganas, Estás Perdiendo


¿Te suena familiar el que las empresas presuman sus volúmenes de ventas como el indicador único de crecimiento pero que en realidad estén reflejando pérdidas en su estado de resultados? ¿Acaso tú eres una de ellas?

Pareciera que la “falta de crecimiento” es únicamente responsabilidad del área de ventas. Sin embargo, es fundamental que exista una alineación estratégica entre el área comercial (mercadotecnia, ventas, atención a clientes) y la dirección general de las empresas. El mercado se mueve rápidamente y no podemos “dormirnos en nuestros laureles” pensando que ya garantizamos el éxito de por vida. ¿Cuántas veces no hemos escuchado que tal o cual empresa fue exitosísima en los 80’s pero hoy está a punto de quebrar?

El preferir crecimientos en vez de utilidades no garantiza la permanencia del negocio. Esta ilusión te podría estar llevando a la quiebra. Es indispensable que las empresas dejen de venderle a cuanto cliente se les ponga en frente, desistan de tomar los mismos pedidos de los clientes de siempre o peor aún, dejen de depender de un solo comprador. ¿Por qué es esto? Muy fácil. En primer lugar, al venderle a toda clase de clientes no nos estamos focalizando en ese nicho de mercado al que realmente le queremos agregar valor con nuestra oferta, no nos estamos diferenciando ni especializando en ello. En segundo, aquellas empresas o vendedores que sólo se dedican a” levantar pedidos” de los clientes que han tenido toda la vida sin crear nuevas relaciones, están destinados al fracaso pues no están abriendo mercado. Y, en tercero, el peor escenario, el depender de un sólo cliente hace que no seamos independientes de él e interdependientes con el mercado, que no escuchemos sus necesidades ni detectemos hacia donde se mueve y que no tengamos “un plan B” en caso de una variación inesperada en la demanda.

Define una estrategia considerando los escenarios anteriores y luego alinea hacia el crecimiento en rentabilidad. Para lograrlo, necesitas conocer las ventas y utilidades por vendedor, por zona, por sucursal, por marca, etc. De esta forma podrás permearla dentro de tu organización en conjunto con tus colaboradores para, entonces sí, agregar mucho más valor a tu empresa logrando tus objetivos con métricas de desempeño claras y lógicas de tal forma que puedas garantizar tu crecimiento en todos los sentidos.

El llevar a tu empresa a otro nivel depende de ti.



martes, 1 de marzo de 2011

¿Presupones o Presupuestas?

Hacer un presupuesto te debe ser muy familiar. Seguramente, desde que eras niño, planeabas en qué gastarías tu “domingo” (dulces, golosinas, juguetes, etc.) o veías cómo tu mamá estiraba a más no poder el dinero para cubrir los gastos de la casa y poder “llegar a fin de mes”.

Los presupuestos de las empresas son un poco más complejos en cuestión de términos financieros, pero no son tan diferentes a los que suelen hacer las amas de casa. El control de los ingresos, gastos o costos, nos permiten tener una mayor planeación en las áreas y proyectos en los que está involucrada tu organización. Si los manejas adecuadamente, te facilitarán el determinar métricas de desempeño y conocer el cumplimiento de tus objetivos, de forma fácil y sin desgaste para obtenerlas.

El asignar presupuestos por área o proyecto, permite al departamento de finanzas delegar la toma de decisiones y evitar “sobrecontrolar” cada una de las áreas de la empresa. Además, brinda calidad de vida en el trabajo a los directores financieros, contadores y contralores. De esta forma, se empoderan a los encargados de los diferentes departamentos para que tomen el control sobre sus propios objetivos y métricas.

Recuerda que los presupuestos son la estimación de tus ingresos, costos y gastos, de modo que puedas obtener métricas claras. Cabe mencionar que es de suma importancia hacer una revisión periódica de estas métricas, de modo que puedas aplicar medidas correctivas en el camino en caso de ser necesario. Así, mantendrás el control y fluidez de tu operación sin que estos estén en contra.

El uso del control presupuestal en tu organización puede ser una herramienta que te apoye en lograr el compromiso de tus áreas, mejorar la planeación de sus actividades y en consecuencia, un catalizador que te lleve a la mejora continua de tu organización.

Basta de basar tus decisiones estratégicas en simples supuestos. Los presupuestos no tienen por qué ser un dolor de cabeza, únicamente es necesario tener control absoluto y una buena organización en nuestra empresa.